Iglesia
Iglesia Parroquia de San Juan Bautista de Los Villares (s. XVIII)
El edificio del templo es el resultado de un largo proceso constructivo que le confiere la imagen actual. Su origen se remonta a la fundación de la villa, si bien la construcción del templo, como tal, tuvo lugar entre 1583 y 1593. Fue construido por el maestro albañil Francisco Cañuelo, auxiliado por Gonzalo de Herrera, siendo el supervisor de la obra Sebastián de Solís.
El interior conserva la estructura original del templo, con rasgos típicos de la arquitectura religiosa manierista jiennense: planta de cajón (una única nave) ligeramente cruciforme y testero plano. La nave se cubre con bóveda de cañón, decorada con lunetos y recercados que arrancan sobre sencillas ménsulas; presentando una cúpula de media naranja rebajada sobre pechinas en el transepto.
A los pies del templo se encuentra un coro alto, cerrado mediante una balaustrada de madera. Su acceso se realiza por la zona derecha, mientras que a la izquierda se abre la Capilla del Cristo del Socorro, antiguo baptisterio.
De excepcional valor es la Capilla de la Virgen de los Dolores, dispuesta en el muro de la Epístola, cuya construcción se remonta a 1739. Destaca por sus dimensiones y aparece cubierta por una cúpula sobre pechinas. En la capilla se encuentra una imagen de vestir de la Virgen de los Dolores, obra anónima de 1949, de la Escuela de Artes y Oficios de Granada.
En el transepto, uno a cada lado, se ubican las capillas hornacinas de Nuestra Señora del Rosario de 1940, patrona de Los Villares y Nuestro Padre Jesús Nazareno de 1954, ambas imágenes de vestir, obras del prestigioso escultor santistebeño Jacinto Higueras Fuentes.
La única ampliación del templo tendrá lugar a finales del siglo XVIII. Dirigida por el arquitecto Miguel Landeras, y en la que intervienen los afamados maestros canteros Manuel Caballero y Francisco de Cárdenas.
La fachada, carente de elementos ornamentales, presenta tres cuerpos divididos por dos líneas de imposta a modo de molduras simples y una torre campanario en su flanco izquierdo. La portada, a modo de sencillo arco escarzano, se dispone en el centro de la fachada, marcando el eje simétrico de la misma.
